Al abordaje tras la lectura del módulo 1 --> Reflexionando sobre la discriminación con los CONCEPTOS APRENDIDOS

 

En primer lugar... 

...acotar que esta discriminación se produce en el ámbito laboral por cuestión de edad, y su enfoque no se produce dentro de la VERTIENTE FORMAL/JURÍDICA. En cambio, se encuentra dentro de la DIMENSIÓN MATERIAL O REAL. Si bien, aunque no es una discriminación englobada en nivel jurídico, sí queda recogida en la concepción de DISCRIMINACIÓN DE LA NORMATIVA EUROPEA (TRATO MENOS FAVORABLE COMO CONSECUENCIA DE PERTENENCIA A UNA CATEGORIA). Ésta se produce por PREJUICIOS, tales como la falta de experiencia preconcebida en una persona joven, y ESTEREOTIPOS tales como que el sector del trabajo desempeñado está arraigado a hombres (como las ingenierías, automoción… aunque por suerte cada vez menos).

El hecho discriminatorio...

...se produjo durante un tiempo prolongado por el siguiente motivo: perteneciendo a un equipo técnico para la evaluación de un proyecto, por el hecho de ser una mujer joven (y con ello se "presumía" que con menor experiencia laboral en el ámbito), mis argumentos no eran considerados por parte de los licitantes al proyecto como válidos para  establecer líneas rojas en la recepción del proyecto. Es más, siempre que hubiese un hombre (y siendo yo el único técnico en la sala) su visión era más valorada que la mía (con independencia de que fuese administrativo, comercial... pero sin competencia para la evaluación) 

Así, las CONSECUENCIAS...

se trasladaban en dificultades en el ejercicio de mis funciones ya que no se me consideraba como una autoridad a tomar decisiones. Esta discriminación se trasladó al principio prácticamente OCULTA, llegó a manifestarse en un informe escrito y convertirse en una DISCRIMINACIÓN COMPLETAMENTENTE ABIERTA, difamando sobre mi persona e indicando la falta de avance del proyecto por "mi falta de competencia".

 

Sólo recordar la situación casi se me pone la piel de gallina, es una situación muy desagradable, pero que se consiguió aplacar.

¿Cómo? os preguntaréis

Apostando y creyendo en mí misma, dado que mi formación y esfuerzo me ha costado llegar a mi perfil profesional. Es decir, demostré mi valía con mi superior jerárquico. Éste constataba constantemente que mis argumentos eran completamente igual a los suyos a la hora de defender la evaluación del proyecto. Además, él como firmante y responsable último del proyecto exigía dicha consulta obligada, sin importarle si eso ralentizaba el proyecto (obvio, como técnico sólo firmas lo que apoyas). Los licitantes comenzaron a darse cuenta de que el equipo técnico tenía una posición unánime, independientemente de la juventud o no de la persona a la que se consultase. Es más, echando la vista atrás, años tras mi salida de dicha empresa de evaluación de proyectos, el proyecto en cuestión continúa acumulando retrasos (el problema era la planificación del licitante y su incumplimiento de compromisos, no mi valía. Incluso, con mi partida, muchos de los licitantes contactaron conmigo lamentando mi partida ya que me consideraban una pieza clave para los trabajos de la evaluación).

Así, concluye esta historia demostrándose que se produjo una MODALIDAD DE DISCRIMINACIÓN POR ERROR.

En la que a pesar del mal trago… me llevo lecciones aprendidas:

• La DISCRIMINACIÓN INTERIORIZADA, que en su momento esta situación me produjo, NO se supera no sólo con la ayuda de los compañer@s sino que se necesitan profesionales. (los aplausos a las 20.00 no son suficientes para agradecer su dedicación)
• Las mayorías no llevan siempre la razón. (Con ello no quiero decir que no se analicen, hecho que me condujo a dicha DISCRIMINACIÓN INTERIORIZADA en los primeros momentos de flaqueza). En cambio, hay que luchar por lo que se considera justo (JUSTICIA: OTRO VALOR SUPERIOR que aparece en esta historia de lucha por la IGUALDAD)